Fianza: Garantiza obligaciones. Si incumples, la afianzadora paga, pero luego te cobra.
Seguro: Protege tu patrimonio. Si ocurre un siniestro, la aseguradora paga y no te cobra después.
Ejemplo:
Fianza → garantizar contratos, rentas, impuestos.
Seguro → cubrir accidentes, autos, salud.
Tip: Antes de contratar, aclara qué necesitas realmente. Son productos distintos.